¿Cuál es el mejor consejo que le dieron en la vida?

—”Humildad es el próximo paso corto que voy a dar”.

¿Recuerda su primer trabajo?

—Vender artesanías hechas por mí en la Feria de San Isidro, a los 18 años.

Recomiende un libro.

Dormir al sol, de Adolfo Bioy Casares.

¿Cree en Dios?

—Creo en un poder superior a mí, una inteligencia superior y creadora

¿Quién es la persona a la que más admira?

—Son varias: los Beatles, Stevie Wonder, Meryl Streep y Pipo Cipolatti.

¿Facebook, Twitter o Instagram?

—Tengo un Facebook privado, solo para encontrarme con viejos amigos; un Facebook público para hacer servicio defendiendo sobre todo la supervivencia de la vida animal sobre la tierra. Y uso Instagram para recontra deformar las fotos.

¿Tiene algún talento escondido?

—¿Aparte de cantar, bailar, pintar, esculpir, componer, tocar un poco la guitarra y actuar? Ser humilde (risas).

¿Cuál fue la última gran película que vio?

Upside down, cuyo director es el hijo de Pino Solanas y el actor principal uno de mis preferidos Jim Sturgess.

¿Qué es lo más costoso que compró en su vida? (exceptuando un inmueble)

—Lo más costoso de todo, pero que no se paga con dinero: mi amor propio.

Una canción que lo conmueva

Quedándote o yéndote, de Luis Alberto Spinetta.

¿Perro o gato?

—Los dos.

¿Cuál es su mayor logro?

—Estar limpia.

¿Y el mayor remordimiento?

—No haberle dado toda la bola que se merecía a mi papá.

Nombre dos personas que lo hagan reír.

—Woody Allen y Marcelo Capasso.

¿Cuál es su lugar favorito de la Argentina, ya sea una ciudad, una calle o un rincón de su propia casa?

—San Martín de los Andes.

¿Recuerda cuándo fue la última vez que lloró?

—Esta tarde.

Para finalizar, termine esta frase: la felicidad es…

—… frágil.

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